Los mejores goles.
sábado, 24 de marzo de 2007
viernes, 23 de marzo de 2007
Carlos Arroyo. Se llaman igual pero nada mas.
prensadisidentepr.blogspot.com
Porque insisten en hacerlo mas de lo que es. OK llego a NBA y eso es un logro. Pero lo tratan como si fuera mejor de lo que es. Es lento en defensa, muy bajito, no sabe jugar sin la bola, y no tira de afuera como su estatura lo exige en esa liga. En otras palabras y para ver si entienden lo que quiero decir.
Si fuera pelotero de grandes ligas seria Alex Cintron, no Carlos Beltrán. Lo tratan como si fuera Carlos Beltrán. Por Favor seamos realistas.
Saludos,
Patriotismo
to all others because you were born in it.
George Bernard Shaw
viernes, 9 de febrero de 2007
Nuestros aNos de infancia.
COMO SOBREVIVIMOS EN NUESTRA INFANCIA?
Anonimo....
Si viviste de niño en los 60, los 70 o principio de los 80... ¿Cómo hiciste para sobrevivir?
1.- De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad, ni bolsas de aire...
2.- Ir en la parte de atrás de una camioneta era un paseo especial y todavía lo recordamos.
3.- Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo.
4.- No teníamos tapas con seguro contra niños en las botellas de medicina, gabinetes, puertas.
5.- Cuando montábamos bicicleta no usábamos casco.
6.- Tomábamos agua de la manguera del jardín y no de una botella de agua mineral...
7.- Gastábamos horas y horas construyendo nos carritos de chatarra y los que tenían la fortuna de tener calles inclinadas los echaban a andar ladera abajo y en la mitad se acordaban que no tenían frenos Después de varios choques con los matorrales aprendimos a resolver el problema. Sí, nosotros chocábamos con matorrales, no con autos!.
8.- Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer.
9.- El colegio duraba hasta el mediodía, llegábamos a casa a almorzar No teníamos celular... así que nadie podía ubicarnos..
10.- Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente, pero nunca hubo una demanda por estos accidentes. Nadie tenía la culpa sino nosotros mismos.
11.- Comíamos bizcochitos, pan y mantequilla, tomábamos bebidas con azúcar y nunca teníamos exceso de peso porque siempre estábamos afuera jugando
12.- Compartíamos una bebida entre cuatro... tomando en la misma botella y nadie se moría por esto.
13.- No teníamos Playstations, Nintendo 64, X boxes, Juegos de vídeo, 99 canales de televisión en cable, videograbadoras, sonido surround, celulares personales, computadoras, chatrooms en Internet en su lugar teniamos AMIGOS.
14.- Salíamos nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa del amigo tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos sin tocar y allí estaba y salíamos a jugar.
15.- ¡Ahí, afuera!, ¡En el mundo cruel ¡Sin un guardián! ¿Cómo hacíamos?. Hacíamos juegos con palitos y pelotas de tenis, en algún equipo que se formaba para jugar un partido; no todos llegaban a ser elegidos y no pasaba ningún desencanto llevado a trauma.
16.- Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros y cuando perdían un año lo repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia ni problemas de atención ni hiperactividad, simplemente repetía y tenía una segunda oportunidad.
17.- Teníamos libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades y aprendimos a manejarlos. La gran pregunta es ¿como hicimos para sobreviviry sobre todo para ser las grandes personas que somos ahora¿Eres tú uno de esa generación? Si lo eres, entonces envía este mensaje a tus conocidos de tu misma generación o a gente más joven para que sepa como éramos antes............
lunes, 29 de enero de 2007
Que nos pasa? PR Por Javier Avila
Para que reflexionemos todos….Despues de leer algunos de los comentarios esto es un reportaje que resume bastante bien mi modo de pensar. Muy bien por Javier Avila quien es el autor del articulo…
Aunque quiera comentar mas a menudo, no puedo. Me comprometo a publicar algo una vez a la semana. Al menos por ahora. Gracias por el interes y sus colaboraciones.
Saludos,
JELC
Prensadisidentepr.blogspot.com
Lo que nos pasa
Javier Ávila
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La respuesta a la pregunta "¿Qué nos pasa, Puerto Rico?" siempre ha estado en la pregunta misma; sólo había que mover el último signo de interrogación hacia la izquierda para obtener la respuesta: ¿Qué nos pasa? Puerto Rico. Precisamente eso, Puerto Rico, es lo que nos ha pasado por mucho tiempo. Y si la causa de nuestros problemas es Puerto Rico, y el resultado es Puerto Rico, el círculo vicioso de nuestro proceso (d)evolutivo nos obliga a aceptar lo que hay o a abandonarlo. Intentar solucionar el deterioro, por más bien intencionado e idealista que resulte, no es una posibilidad. La lógica nos lo revela. Ahora bien, la lógica es algo que desaparece automáticamente cuando se sufre la condición que llamaremos, por falta de un nombre más científico, Puerto Rico.
Si Puerto Rico es una enfermedad contagiosa que le roba al paciente el sentido común y el paciente se acostumbra a su condición, de manera que no se siente afligido, entonces el típico puertorriqueño pensaría que la respuesta a la pregunta "¿Qué nos pasa, Puerto Rico?" es "nada". Aquí no pasa absolutamente nada. O nada tan malo como para preocuparse tanto. Y si es así (y muchos nos tememos que sea así), entonces no hay ningún problema con que no sepamos qué somos ni quiénes somos; no hay ningún problema con la disolución -o la inexistencia- de nuestra identidad en este circo colonial capitalista y, finalmente, no hay ningún problema con vivir en un simulacro fracturado y caótico en donde reina la mentira, prospera la corrupción, se recompensa la mediocridad, decae la autorreflexión y se rinde el intelecto.
Quien sufre de Puerto Rico no sufre por Puerto Rico. Quien sufre de Puerto Rico carece de la capacidad para sufrir por Puerto Rico. Por lo tanto, quien sufre de Puerto Rico sufre poco y es mayormente feliz. Su padecimiento no le permite pensar que su país es una figura trágica. La consecuencia de su enfermedad, en otras palabras, redunda en una visión optimista y astigmática del mundo, una percepción convenientemente limitada y limitante del ayer y del mañana.
Quien sufre de Puerto Rico no ve a la isla como un territorio caído y arruinado en manos de la negligencia de sus habitantes; tampoco ve la población como una civilización que podría ser eficaz si comprendiera la esencia de la vida comunitaria. Quien sufre de Puerto Rico sufre de ceguera.
Entonces, ¿qué nos pasa, Puerto Rico? Pues nos pasa que estamos severamente superpoblados y hacinados y somos el país más feliz del mundo. Nos pasa que por décadas hemos sido uno de los cinco países más violentos del planeta y seguimos siendo el país más feliz del mundo. Nos pasa que robamos y estamos acostumbrados a la cultura del fraude y seguimos siendo el país más feliz del mundo. Nos pasa que ya no nos sorprende que una cuarta parte de los embarazos en el país esté compuesto por adolescentes, algunas menores de catorce años, y seguimos siendo el país más feliz del mundo. Nos pasa que ensuciamos nuestras calles, nuestros parques, nuestra "patria" (y que milagrosamente se puede ser patriota y basurista al mismo tiempo) y no lo vemos, pero seguimos siendo el país más feliz del mundo. Nos pasa que somos pobres y que no sabemos que somos pobres -sobre todo culturalmente- y que no nos importa porque de algún modo seguimos siendo el país más feliz del mundo. Nos pasa que le adjudicamos más valor a un ridículo certamen de belleza que a la enseñanza de la lectura y que así podemos continuar siendo el país más feliz del mundo. Nos pasa que nos creemos superiores a nuestros gobernantes y, sin embargo, los elegimos cada cuatro años y todos perdemos y ellos son nuestro repugnante reflejo y no nos importa porque somos el país más feliz del mundo. Nos pasa que al fin y al cabo estas palabras no tendrán ningún valor ni validez en la mente de la mayoría de los lectores de este periódico, quienes se concentrarán en las ventas de los "shoppers" para así seguir viviendo en el país más feliz del mundo. Nos pasa que la verdad se ignora para así poder vivir en el país más feliz del mundo. Nos pasa, finalmente, que quienes sí pueden cambiar el panorama político-social han perdido la fe y preferirían contagiarse de Puerto Rico para poder seguir viviendo cómodamente en el país más feliz del mundo.
Es curioso que todavía se intente hacer campaña por recuperar valores perdidos. Muchos de esos valores jamás han sido parte de nuestras vidas. ¿Cómo se puede recuperar lo que nunca se ha perdido? Por ejemplo, la tradición del basurismo siempre ha existido. Tu bisabuelo, tu abuelo y tu padre eran basuristas y tú también eres basurista. ¿Por qué? Porque esa dejadez nos permite ser felices; porque de ese modo adquirimos la libertad de no pensar en quién tiene que recoger esa basura que tiramos; porque otra popular campaña dice "Yo limpio a Puerto Rico" en lugar de decir "Yo no ensucio a Puerto Rico", porque así podemos seguir nuestro camino y olvidar lo que es nuestra responsabilidad; porque es fácil vivir en el paraíso cuando uno es niño; porque es igualmente fácil permanecer en un estado de niñez por toda una vida; porque no nos pasa nada, Puerto Rico, absolutamente nada. Eso, compañeros, es lo que nos pasa.
domingo, 21 de enero de 2007
Puerto Rico...Los Celos, el sentido común y sus victimas.
Esto es lo que pasa. PR esta controlado por manipuladores. Manipuladores que se les hace cada vez más fácil manejar los rumbos del país. PQ. Es bien sencillo. La gente pensante esta cada vez mas alejándose del país. Se van a buscar nuevos y mejores rumbos. Son la gente pensante, profesionales bien preparados y capaces de hablar ambos idiomas. Son los que se sienten personas antes de puertorriqueños.
Estos profesionales entienden que no existe el rechazo (racismo) del que tanto hablan, al menos por la razón que nos venden. El mero hecho de ser de otro color o pedazo de tierra no es la razón. El que es difícil de entender porque no domina el idioma si puede sentirse rechazado. Todo se debe al idioma. Pero ellos si aprenden ingles, español, francés, chino o italiano. Lo hablan y se le abren muchas puertas. Saben que el hablar otro idioma no los hace menos puertorriqueños. Otro idioma desconocido no es malo, es solo eso desconocido para el que tiene miedo a aprenderlo.
Me decidí a escribir y así desahogarme.
Un abrazo
J.E.L.C